Oscar Wilde y De Profundis. Retrato de una conversión

'Beloved Oscar': But Constance must surely have been turning a blind eye to his behaviour Oscar Wilde (Dublín, 1854París, 1900), aunque esta afirmación pueda sorprender, es uno de los más importantes escritores católicos del siglo XIX. Nació en Dublín, Irlanda, en el seno de una familia protestante. Es conocido popularmente por sus frases ingeniosas (La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella, Resumí todos los sitemas en una frase, y toda la existencia en una agudeza), por sus obras de teatro (Salomé, La importancia de llamarse Ernesto), prosa (El retrato de Dorian Grey, El fantasma de Canterville), cuentos (El príncipe feliz, El gigante egoísta) y poesía (La esfinge, Balada de la carcel de Reading).
En 1884 se casó con Constance Lloyd. Tuvieron dos hijos: Cyril, que nació en 1885 y Vyvyan, nacido en 1886. Tras una vida de triunfos, en 1895, llegó el escándalo; el marqués de Queensberry le acusó de mantener relaciones con su hijo. Declarado culpable, se le condenó a dos años de trabajos forzados. Con ello perdió no sólo la libertad, también a su familia y a todo su patrimonio.
En 1897, abandonó la carcel, para morir en 1900 en París tras haberse convertido al catolicismo.
Ya, en El retrato de Dorian Grey o El Príncipe Feliz, había mostrado su genio como conocedor del alma humana, sin embargo, es en la cárcel donde escribió una de las más estremecedoras obras que se han escrito: De Profundis.
En esta carta dirigida a su amante, Bosie, el hijo del marqués de Queensberry, podemos presenciar un alma en proceso de conversión. La carta tiene dos claras partes: en la pimera, Wilde recorre lo que fueron sus relaciones con Bosie, en la segunda expone dos breves tratados, uno sobre Cristo, como precursor del movimiento romántico de la vida, y otro sobre la vida artística en relación con la conducta:
“… ha de haber mucho que hiera tu vanidad en lo vivo. Si así fuera, vuelve a leerla una y otra vez hasta que mate tu vanidad. Si algo encuentras en ella de lo que te parezca ser acusado injustamente, recuerda que hay que agradecer que existan faltas de las que se nos pueda acusar injustamente… Si encuentras una sola excusa falsa para ti, en seguida encontrarás un ciento, y será exactamente lo mismo que fuiste antes”.
“El verdadero necio, ése del que los dioses se ríen o al que arruinan, es el que no se conoce a sí mismo. Yo fui de esos demasiado tiempo… El vicio supremo es la superficialidad.”
“Ser enteramente libre, y al mismo tiempo enteramente sometida a ley, es la paradoja eterna de la vida humana”
“Sólo lo bello, y bellamente concebido, alimenta el amor. Pero el Odio se nutre de cualquier cosa… El Odio ciega… El amor alcanza a leer lo escrito en la estrella más remota”.
“…a mi mismo me dije: “A toda costa tengo que conservar el Amor en mi corazón. Si voy a la cárcel sin Amor, ¿qué será de mi Alma?”
“El objetivo del Amor es amar: ni más ni menos. Tú eras mi enemigo… Yo te había dado mi vida, y para satisfacer las más bajas de todas las pasiones humanas, el Odio, la Vanidad y la Codicia, tú la habías tirado…Por mi propio bien, lo único que podía hacer es amarte. Sabía que, si me permitía odiarte, en el seco desierto de la existencia que tenía que cruzar, y que aún estoy cruzando, no habría peña que no perdiera su sombra, ni palmera que no se secara, ni pozo o agua que no viviera envenenada”
“No quiero quejarme. Una de las muchas lecciones que se aprenden en la cárcel es que las cosas son lo que son”.
“Allí donde hay Dolor hay terreno sagrado…Cuando me llevaron de la cárcel al Tribunal de Quiebras entre dos policías; Robbie estaba esperando en el largo y siniestro corredor para poder, delante de todo el gentío, que ante un gesto tan dulce y simple enmudeció, quitarse gravemente el sombrero ante mí. Cuando esposado y con la cabeza gacha pasé junto a él. Hombres han ido al cielo por cosas más pequeñas. Con ese espíritu, y con ese modo de amor, se arrodillaban los santos para besar los pies de los pobres.”
“Los pobres son más sabios, más caritativos, más hondamente sensibles que nosotros. A sus ojos, la cárcel es una tragedia en la vida del hombre,…, algo que reclama la solidaridad de los demás. Hablan del que está encarcelado, y no dicen sino que está en un apuro… Entre nosotros, la cárcel te hace un paria.”
“El deseo, al final, era una enfermedad, o una locura, o ambas cosas. Me hice desatento a la vida de los demás…Olvidé que cada pequeña acción de cada día hace o deshace el carácter…Ya no era el Capitán de mi Alma y no lo sabía…
“Ahora para mí sólo queda una cosa, la absoluta Humildad…de todas las cosas es la más extraña. No se la puede dar, ni nos la puede dar otro. No se puede adquirir si no es cediendo todo lo que uno tiene.”
“Aunque a veces me regocijara en la idea de que mis sufrimientos fueran interminables, no podía soportar que no tuvieran sentido. Ahora encuentro… que no hay nada en el mundo que no tenga sentido, y el sufrimiento menos que nada.”
“Si no me quedar un amigo en el mundo; si no hubiera una casa abierta para mí…, si tuviera que aceptar el zurrón y el capote raído de la indigencia; mientras me viera libre del resentimiento,…podría afrontar la vida con mucha más calma y confianza que si mi cuerpo vistiera de púrpura y de lino fino, y dentro mi alma estuviera enferma de odio.”
“La Moral no me ayuda…Pero aunque veo que no hay nada malo en lo que uno hace, veo que hay algo malo en lo que uno llega a ser.
…La Religión no me ayuda…Ya sea fe o agnosticismo, no puede haber nada exterior a mí. Sus símbolos los tengo que crear yo…Si no encuentro su secreto dentro de mí, nunca lo encontraré. Si no lo tengo ya, no vendrá a mí jamás”
…La Razón no me ayuda. Me dice que las leyes por las que se me condena son leyes equivocadas e injustas…Pero de algún modo, tengo que hacer que ambas cosas sean justas y acertadas para mí…Yo tengo que hacer que todo sea bueno para mí. La cama de tabla, la comida asquerosa, las duras sogas…, las ordenes brutalkes que parecen inseparables de la rutina,…el silencio, la soledad, la vergüenza.: todas y cada una de esas cosas las tengo que transformar en experiencia espiritual”
“Cuando llegué a la cárcel hubo quienes me aconsejaron que intentará olvidarme de quién era…Ahora otros me aconsejan que cuando salga intente olvidar que alguna vez estuve encarcelado. Sé que eso sería igualmente fatal… y que esas cosas están hechas para mí como para todos los demás…Rechazar las propias experiencias es poner una mentira en los labios de la propia vida. Es nada menos que renegar del Alma…El Alma puede transformar en estados de pensamientos nobles, y pasiones de alto valor, lo que es en sí bajo cruel y degradante… Si uno se avergüenza de haber sido castigado, el castigo no le habrá servido de nada…debo aceptar el hecho de que a uno se le castiga por el bien lo mismo que por el mal que hace…Es algo que ayuda a comprender ambas cosas, y a no envanecerse demasiado de ningunas de ellas.
“Mientras estuve en prisión en Wandsworth anhelaba morir…Cuando tras dos meses en la enfermería me trasladaron aquí, y vi que poco a poco iba mejorando mi salud física, me puse rabioso. Decidó suicidarme…Al cabo del tiempo, ese mal ánimo pasó, y resolví vivir; pero vestido de tinieblas como un Rey se viste de púrpura…Ahora pienso de otro modo muy distinto. Veo que sería desagradecido y malo si cuando mis amigos vienen a verme pusiera una cara tan larga que ellos tuvieran que ponerla más larga aún para solidarizarse…Tengo que aprender a estar alegre y contento…tengo un verdadero deseo de vivir…Anhelo vivir para poder explorar lo que para mí es nada menos que un mundo nuevo…El dolor, pues, y todo lo que enseña, es mi mundo nuevo”.
“Los clérigos, y la gente que usa frases sin sabiduría, hablan a veces del sufrimiento como un misterio. La verdad es que es una revelación…La historia entera se ve desde otra óptica. Lo que sobre el Arte se había sentido oscuramente por instinto, se comprende intelectual y emocionalmente con perfecta claridad de visión y absoluta intensidad de aprehensión”.
“El secreto de la vida es el sufrimiento…Cuando empezamos a vivir, lo dulce es tan dulce para nosotros, y lo amargo tan amargo, que inevitablemente dirigimos todos nuestros deseos al placer…ignorantes de que mientras tanto podemos realmente estar matando de hambre el alma.
Recuerdo haber hablado una vez sobre este tema con una de las personalidades más hermosas de cuantas he conocido: una mujer… una persona para quien la Belleza y el Dolor caminan de la mano y tienen el mismo mensaje…recuerdo haberle dicho que en una sola callejuela de Londres había un sufrimiento bastante para demostrar que Dios no amaba al hombre… Estaba totalmente equivocado. Ella me lo dijo, pero yo no lo podía creer. No estaba en la esfera en donde se alcanza la convicción. Ahora me parece que el Amor de alguna clase es la única explicación posible de la extraordinaria cantidad de sufrimiento que hay en el mundo.”
“Cuando digo que estoy convencido de estas cosas hablo con demasiado orgullo… Se puede captar una cosa en un momento único, pero se la pierde en las largas horas que le siguen con pies de plomo… Es en la Eternidad donde pensamos, pero nos movemos despacio en el Tiempo.”
“Y el que está en estado de rebeldía no puede recibir la gracia, por emplear la frase que tanto gusta a la Iglesia –y con tanta razón, me atrevo a decir-: porque en la vida, como en el Arte, el estado de rebeldía cierra los cauces del alma, y no deja entrar los aires del cielo.”
“Naturalmente, todo esto está anunciado y prefigurado en mi arte. Algo está en El Príncipe Feliz; algo en El joven rey…en la nota de Fatalidad que corre como un hilo de púrpursa por el paño de oro de Dorian Gray… No podía haber sido de otro modo. En cada momento de nuestra vida somos lo que vamos a ser no menos que lo que hemos sido. El Arte es un símbolo porque el hombre es un símbolo.”
“Me produce un vivo placer pensar que mucho antes de que el Dolor se enseñorease de mis días… había yo escrito… que el que quiera vivir como Cristo tiene que ser entera y absolutamente él mismo”.
Cristo realizó en toda la esfera de las relaciones humanas esa simpatía imaginativa que en la esfera del Arte es el único secreto de la creación. Él comprendió la lepra del leproso, la tiniebla del ciego, la fiera miseria de los que viven para el placer, la extraña pobreza de los ricos… te habría enseñado que le que le ocurra a otro te ocurre a ti”.
“Para mí sigue habiendo algo casi increíble en la idea de un joven campesino de Galilea que imagina poder llevar sobre sus hombros la carga del mundo entero; todo lo que ya había hecho y sufrido, y todo lo que quedaba por hacer y sufrir: los pecados de Nerón, de César Borgia, de Alejandro VI… los sufrimientos de aquellos cuyo nombre es Legión y que tienen su morada bajo los sepulcros, las naciones oprimidas, los niños de las fábricas, los ladrones, los encarcelados,… los que enmudecen bajo la opresión y cuyo silencio solo lo oye Dios; y que no sólo lo imagina sino que lo logra, de suerte que en el momento presente todos los que entran en contacto con su personalidad… sienten de algún modo que la fealdad de sus pecados desaparece y la belleza de su dolor se les revela”.
“Su vida entera es el más maravilloso de los poemas… en todo el ciclo de la Tragedia Griega… ni en Dante… ni en Shakespeare… hay nada que en pura simplicidad de patetismo fundida y unida con la sublimidad de efecto trágico pueda ni equipararse ni acercarse siquiera al último acto de la Pasión de Cristo… cuando se contempla todo eso desde el punto de vista del Arte solamente, no puede por menos que agradecer que el oficio supremo de la Iglesia sea la representación de la tragedia sin el derramamiento de sangre… y es siempre una fuente de placer y profundo respeto para mí recordar que la última supervivencia del Coro griego, por lo demás perdido para el arte, se encuentra en el acólito que responde al sacerdote en la Misa”.
“Y sin embargo la vida de Cristo…es realmente un idilio… Uno siempre piensa en ël como un joven novio con sus compañeros… o un pastor que se pierde por el valle con sus ovejas… o un amante para cuyo amor el mundo entero era pequeño… No tengo dificultad alguna en creer que fuera tal el encanto de su personalidad que su mera presencia pudiera poner paz en las almas angustiadas, y que los que tocaban su vestido o sus manos se olvidaran de sus dolores; o que a su paso por el camino de la vida, gente que no había visto nada de los misterios de la vida los viera claramente, y otros que habían sido sordos a toda voz que no fuera la del Placer oyeran por primera vez la voz del Amor…”
“Él vio que el amor era el secreto que los sabios habían estado buscando, y que únicamente a través del amor podía acercarse al corazón del leproso o a los pies de Dios”.
“Es el alma del hombre lo que Cristo anda buscando siempre. La llama el Reino de Dios y la encuentra en toda persona.”
“Es trágico que tan pocas personas posean su alma antes de morir…La mayoría de las personas son otras personas. Sus pensamientos son las opiniones de otro, su vida un remedo, sus pasiones una cita”
“Se ha querido hacer de Él un vulgar filántropo… Tiene compasión, naturalmente, de los pobres,… de los desdichados, pero tiene mucha más compasión de los ricos, de los hedonistas puros, de lo que dilapidan su libertad en ser esclavos de las cosas… La riqueza y el placer le parecían tragedias realmente mayores que la Pobreza del Dolor…
Vivir para los demás como objetivo concreto y deliberado no fue su credo… Cuando dice perdonad a vuestros enemigos no lo dice por el bien del enemigo sino por el bien de uno mismo”.
“Últimamente he estado estudiando los cuatro poemas en prosa sobre Cristo con cierta diligencia… La repetición interminable… nos ha estropeado la novedad, la frescura, el sencillo encanto romántico de los Evangelios. Los oímos demasiadas veces y demasiado mal, y toda repetición antiespiritual.”
Hace unas seis semanas el médico me autorizó a comer pan blanco… Es una gran exquisitez… Yo te aseguro que para mí lo es tanto que al terminar cada comida me como cuidadosamente las migas que puedan quedar… y no por hambre… sino simplemente para que no se desperdicie nada de lo que me dan. Así habría que mirar el amor”.
“Toda persona es digna de amor, salvo la que cree serlo. El amor es un sacramento que habría que recibir de rodillas, y el Domine , non sum dignus tendría que estar en los labios y en los corazones de quienes lo reciben”.
“Cristo fue la primera persona que dijo a los hombre que debían vivir como las flores. Él fijó la frase. Tomó a los niños como tipo de lo que loa hombres debían intentar ser… Dijo que no había que tomar demasiado en serio los intereses materiales, comunes; que ser impráctico es una gran cosa. Los pájaros no lo hacen ¿por qué ha de hacerlo el hombre?”.
“Su moral es toda ella simpatía… Aunque lo único que hubiera dicho fuera: Sus pecados le son perdonados porque mucho amó, habría valido la pena morir por haber dicho eso. Su justicia es toda ella justicia poética… El mendigo va al cielo porque ha sido infeliz… Los que trabajan una hora en la viña, reciben la misma recompensa que los que llevaban todo el día sudando a pleno sol ¿Y por qué no? Probablemente nadie merecía nada…Para Él no había leyes, sólo excepciones.”
“Aquel de vosotros que nunca haya pecado, sea el primero que tire la piedra. Valía la pena vivir para decir eso… Amaba a los ignorantes… pero no soportaba a los estúpidos, sobre todo a los estúpido por educación: los que están llenos de opiniones sin comprender ni una sola de ellas… Por su lerda cerrazón a las ideas, su responsabilidad obtusa, su ortodoxia tediosa, su adoración al éxito vulgar,… su estimación ridícula de sí mismos… los judíos de Jerusalén en tiempos de Cristo eran la exacta réplica de los fariseos británicos en los nuestros… Cristo trató el éxito mundano como cosa absolutamente despreciable… Miraba las riquezas como un estorbo para el hombre… Señalaba que las formas y las ceremonias se habían hecho para el hombre, no el hombre para las formas y ceremonias… Las filantropías frías, las caridades públicas ostentosas, los pesados formalismos… los denunció con desdén total e implacable… El predicó la enorme importancia de vivir completamente para el momento”.
“Lo único que Cristo nos dice a modo de pequeña advertencia es que todo momento debe ser hermoso, que el alma debe estar siempre dispuesta para la venida del Novio, siempre esperando la voz del Amante…”
“Cristo parece haber amado siempre al pecador como lo más cercano posible a la perfección de Dios… Su deseo primordial no era el de reformar a las personas, como no era su deseo primordial aliviar el sufrimiento… Pero de una manera aún no comprendida por el mundo él veía el pecado y el sufrimiento como en sí mismos cosas hermosas, santas, y modos de perfección. Parece una idea peligrosa. Lo es…
Claro está que el pecador ha de arrepentirse. Pero ¿por qué? Sencillamente porque de otro modo no podría comprender lo que ha hecho… Es el medio por el que uno altera su pasado. Los griegos lo tuvieron por imposible… en el momento en que el hijo pródigo se hincó de rodillas y lloró, realmente transformó el haber dilapidado su caudal con rameras, y luego guardado cerdos y hambreado por las algarrobas que comían, en episodios hermosos y santos de su vida”
“Él es justamente como una obra de arte. No es que realmente enseñe nada, sino que por entrar en su presencia uno llega a ser algo. Y todos estamos predestinados a su presencia. Por lo menos una vez en su vida, todo hombre camina con Cristo a Emaus”.
“Si proponerse ser un hombre mejor es una hipocresía acientífica, haber llegado a ser un hombre más profundo es el privilegios de los que han sufrido. Y a eso creo haber llegado. Juzga tú mismo”.
“Te he dicho que decir la verdad es doloroso. Verse obligado a contar mentiras es mucho peor.
Recuerdo que estaba sentado en el banquillo durante mi último juicio, escuchando la denuncia atroz que hacía de mí Lockwood… y asqueado y horrorizado ante lo que oía. Y de pronto se me ocurrió pensar: ¡Qué espléndido sería que fuera yo el que estuviera diciendo todo eso sobre mí! Entonces vi en seguida que lo que se diga de un hombre no es nada. Lo que importa es quien lo diga. El momento más alto de un hombre, no me cabe ninguna duda, es cuando se arrodilla en el polvo y se golpea el pecho y cuenta todos los pecados de su vida.”
“Viniste a mí para aprender el Placer de la Vida y el Placer del Arte. Acaso se me haya escogido para enseñarte algo que es mucho más maravilloso, el significado del Dolor y su belleza. Tu amigo que te quiere, Óscar Wilde.”

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente, sin duda lo leeré, gracias